El mundo de la reparación está cada día más complicado. Parece que con la crisis las reparaciones subirían, pero este año están bajando las reparaciones que nos entran a la tienda. Y cuando nos entran las reparaciones… pues nos entran de formas muy extrañas.
Las causas de la bajas de reparaciones, las vemos claras:
- Con la crisis, los clientes tratan de repararse los equipos ellos mismos.
- Con la crisis, la economía sumergida va viento en popa a toda vela y más que sumergida, parece un trasatlántico. Voy paseando por mi pueblo y en cada farola hay un cartel de: “Se reparan PCs…” Por supuesto sin pagar nada de impuestos.
- Con la crisis, hay tiendas que tratan de sangrar de más a los clientes… y al final pagamos justos por pecadores.
Voy a ir contando casos de estos tres motivos, y hoy para empezar la serie, vamos a ver a los clientes que son autoreparadores.
El otro día, me quedo yo en la tienda de guardia. Mi socio me comenta que hay varios equipos en el taller terminados y listos para su recogida y me dice que los clientes ya están avisados. Encima de cada PC está la hoja de reparación y la factura.
Llega el primer cliente a recoger un portátil. Vino con la pantalla rota, teníamos el presupuesto aceptado por el cliente y la factura por el mismo importe. Le enchufo el equipo para que vea que todo funciona bien. El equipo arranca sin problemas. Pero el cliente me va poniendo mala cara. Me señala unas manchas en la superficie del portátil. Le digo que son las pegatinas de publicidad, donde aparecen las prestaciones del equipo, que se han arrancado hace poco y han dejado marcas de pegamento. Que por supuesto nosotros no nos entretenemos haciendo eso. Me señala después una de las bisagras de la pantalla, que no tiene el protector y además me indica que los tornillos de la pantalla, están todos a la vista y que una esquipa del portátil tiene una raja. Como yo no había hecho la recepción del equipo, no tenía claro que contestarle, así que llame a mi socio. Estaba aparcando y llegó enseguida.
Mi socio se extraño al ver al cliente, le preguntó:
– Tu serás el padre de Juan y María no?
– Si, claro, es que ellos no podían venir y me han enviado a mi. Pero esto no está en condiciones de llevármelo.
– El portátil está mejor que vino. Ya se lo dije a tus hijos, además le hicimos fotos antes de desmontarlo, y en la nota de reparación, aparece (y saca la nota del archivo). La bisagra ya no estaba cuando vino, faltaban 5 tornillos y los cubretornillos, no hay ninguno.
– Y eso, por qué es?
– Muy sencillo, alguien ha estado desmontando el equipo y luego no lo ha montado bien. Pero tus hijos lo tenían muy claro.
El cliente nos pagó y se llevó el portátil.
Como este, tenemos casos así todas las semanas. PCs que vienen dentro de una caja totalmente desmontados, a ver si podemos hacer algo por ellos. Equipos donde cuando los abres, faltan piezas.
El otro día nos traen un PC fijo, para que le dijésemos si se podía reparar, que estaba rota la placa base. Con el cliente delante (menos mal) abrimos la caja para ver el socket de la placa y comprobar si todavía podíamos conseguir placas de ese modelo. Al abrirlo, vemos los discos duros desconectados y nos damos cuenta que eran ATA. Le decimos al cliente que podemos conseguir la placa, le pasamos el presupuesto, pero que tiene que cambiar los discos, puesto que son ATA y la placa nueva viene solo con SATA. El cliente se queda sorprendido y le dice a un acompañante que venía con él:
– Pero lo probaste tu, o se lo dejaste a alguien más?
– Al final llama al Chenchu, y se lo llevo a su casa. El fue el que nos dijo que el problema era la placa base y que como ya no se fabricaban, pues que mejor irnos a la tienda de la Mensa y comprarnos uno nuevo…
Y podría seguir, con equipos que vienen sin gráfica, después de pasar por 1, 2 o 3 amigos tratando de repararlos; o con menos chips de ram.
Y si hablamos de cosas más delicadas, como tabletas o móviles… ya son historias de terror.
Y otro día hablaré de los pobres familiares que saben de informática y están hartos de hacer de técnicos de toda la familia…